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lunes, 8 de marzo de 2010

Crónica de un mexicano desde Concepción

Muy queridos todos:

Les escribo este domingo 7 de marzo cuando puede exclamarse “finalmente” para muchas cosas, después de una semana íncreible. Después de haber estado en el centro de todo, en Concepción, nos encontramos por algunos días en el campo, en la cabaña de unos amigos que fueron a buscarnos el pasado jueves. Estamos solo a 20 km de la ciudad pero pareciera que hubiéramos salido de una zona de guerra.

El terremoto nos despertó la madrugada del 27. De lo que vivimos en esos momentos hay cosas que ahora pareciera haber soñado y cosas que tengo muy claras en la mente. Recuerdo el bramido ronco y profundo, cual voz del sismo, acá los temblores suenan por la cercanía del mar según me cuentan. El movimiento era muy fuerte pero no oscilaba, las cosas trepidaban, mi reacción fue jalar a Cathereen a un costado de la cama y tirarnos en el suelo, abrazamos a Rómulo que se arrinconó entre la pared y la cama y entonces lo sentimos mas fuerte y se acompañaba de los ruidos de los dos libreros que se cayeron e inclusive la tele que se volteó con el movimiento.

Es curioso por que evidentemente nadie puede planear su reacción, puede planearse una ruta de escape pero no la propia reacción. La mia fue curiosa, entre el ruido y el movimiento recuerdo que me nació una sensación de gratitud por estar ahi justo en ese momento y que estuviéramos los tres juntos pasara lo que pasara ya que yo había llegado recientemente.

Cuando pasó lo mas fuerte todavía se sentía oscilar el edificio, supongo que por el movimiento de juego que tienen estos con los sismos. Nos preparamos para salir mientras yo checaba que el pasillo y escaleras de emergencia estuvieran bien, afortunadamente las luces de emercgencia funcionaban así es que fuimos al departamento deal lado para sacar a nuestra vecina, una juven madre con su bebita de un año. Ella estaba casí histérica pero se calmó al vernos, curiosamente estuvo conectada con sus papás por celular mientras duró el movimiento.

Así bajamos, una vez en el área de seguridad del edificio, un estacionamiento descubierto a 100m del mismo. Nos acomodamos en una jardinera. Habíamos pocos ya que mucha egnte se encontraba aún de vacaciones. Pasaban vehículos, tanto civiles como de emergencia a toda prisa. Al fondo podríamos ver en el campus de la Universidad una columna de humo que aún a pesar de no encontrarse tan cerca era distinguible, Después escuchamos dos o tres explosiones, ya nos enteraríamos después que fue la facultad de química la que se quemó por completo y sus laboratorios los que explotaron.

La mañana llegó lenta. Es increible como deseaba la luz del sol esa madrugada. La sensación es de fragilidad y curiosamente de soledad, pensaba que el mundo en general seguiría dormido y por un lado daba las gracias a la diferencia horaria con México, ignoraba lo que había pasado y pensaba que al haber luz tendría la posibilidad de buscar un teléfono y que supieran por mi lo que pasaba. A esa hora no teníamos crédito ni energía en el celular.

A esa hora la única paz es la de las estrellas. Aunque también puede venir de confortar a otros. Recuerdo que al acercar a Rómulo a los niños este se tranquilizó y ellos se distraían un poco. Hablábamos con la gente para tranquilizarla y darnos unos a otros razones que aunque ignorábamos nos hacían creer que las cosas estarían mejor una vez que la luz retornara.

Un factor que ha sido muy estresante han sido las réplicas. Desde el primer día tuvimos tres de más de seis grados esa madrugada, lo que mantiene a la gente al tanto. No se que tan bueno o malo sea pero podemos escucharlas dos o tres segundos antes de ocurrir, es como si un camión gigantesco bramara bajo la tierra y luego ocurre, recuero haberlo escuchado tamabién en Stgo hace años pero el primer dia ocurrián réplicas casi cada 10 minutos. A la fecha llevamos mas de 200, lo cual libera energía, con cada día que pasa son mas espaciadas y mas suaves.

Una vez con luz revisamos el edificio pero no encontramos ninguna falla que nos llamara la atención. Hay si algunos detalles de baldosas, pequeñas grietas superficiales, macetas tiradas, un ventanal roto y pequeños daños de yeso y pintura pero en general se veía bastante bien, adicionalmente la alberca estaba intacta lo cual permitía tener agua para baños por lo menos, en la tarde nos percataríamos que se contaba también con una cisterna con agua potable lo cual nos colocaba en una posición muy ventajosa. Siendo así decidimos mover a todos al Lobby y un poco más tarde nos preparamos para salir en busca de comida ya que no sabíamos la extensión de los daños en la ciudad. Los dias posteriores un experto independiente evaluaría el edificio encontrándolo en buenas condiciones.

Caminamos mucho, todos los supermercados estaban cerrados y nos dedicamos a buscar pequeñas tiendas abiertas, encontramos dos y tras filas de una a dos horas logramos conseguir comida para un par de días. Es interesente como la valoración de las cosas básicas es tan alta en tiempos así. Las cosas caras no servían de nada y todo el mundo andaba buscando agua, comida, gas, lo indispensable para pasar los días, un chocolate era un lujo. Las compras entonces se vuelven estratégicas, enlatados, algo de fruta, jugos, galletas, cada lata se guarda como si fuera oro. La primera noche el grupo de 20 que permanecíamos en el edificio se dividió, unos decidieron dormir en el Lobby y otros decidimos acampar en la zona de seguridad. Había frio sí pero era mucho mas tranquilo por temor a las réplicas.

El domingo se nos mostraría lo mejor y lo peor. En la mañana la pequeña comunidad del edificio se integró plenamente, comenzamos a organizarnos, todos trayendo la comida que tenían, se bajaron doa asadores y dos tanques de gas, se definieron responsables para limpiar, para cargar agua, para cocinar, hasta rondas para custodiar la puerta del frente. Similares comunidades se organizarían así por toda la ciudad. Generando una dinámica que nos permitía a todos estar de una mejor manera, mas protegidos, mas apoyados, con mayores recursos e inclusive con cierta alegría. Aunque siempre todos con hambreesos días ya que decidimos racionar los recursos. La medida fue justa y probó su utilidad.

Siendo así nuestra pequeña comunidad de 14 adultos cinco niños, dos perros, una gato y un cuyo se consolidó. Por las noches prendíamos un generador a gasolina solo por una hora para cargar celulares y hervir agua para café y té y a medio día cocinábamos. La comida del domingo fue por mucho la mejor ya que todo lo perecible se comió ahi, !hasta salmón hicimos!. Ahi nos enteramos que uno de los nuestros era futbolista profesional de Huacihpato, otro era un ex-militar con su esposa, la pareja que cohesionó a todos eran dos ingenieros, hasta una mujer mayor. Ella era la única que con su perrita todos los dias al caer el sol se despedía y subia sin preocupaciones a su departamento. Siempre nos decía “he pasado tres terremotosa a lo largo de mi vida y nunca una réplica fue mayor”.

Sin embargo el domingo tuvo su lado negro, lo cual la gente acá llama el segundo terremoto, el social. Los saqueos comenzaron temprano. Formados nosotros en una fila para comprar pan pasaban grupos de personas con camionetas, con triciclos o bicicletas y vacieron el supermercado a tres cuadras de nosotros. Si bien no se vió violencia si destruyeron mucha de la infraestrcutra de bodegas y supermercados por la ciudad, eso retrasa´ria el abasto varios dpias, haciendo la situación más crítica pero sobre todo generando un tempor en la gente. Ahora las comunidades además de apoyarse se defendian mutuamente.

He pensado un poco en el porqué ocurrieron saqueos a poco más de 24 hrs del sismo cuando no podría decirse que había una hambruna. El catalizador fue una tardía reacción del gobierno que no envió los militares hasta el domingo por la tarde. Pero la causa creo entreverla en la polarización social. Si bien Chile es menos inequitativo que México si existen poblaciones marginadas que vieron la ventana de oportunidad para hacerse de cosas que no podrían y ver por los suyos, pero esto se extendió y se convirtió en el tomar absolutamente todo, habia gente que robaba pantallas, lavadoras, refris. La sociedad de consumo pagaba con sus propios bienes anhelados y la gente lo tomabaa la fuerza de las tiendas donde jamás podría comprar. Es digno de análisis y de temerse en sociedades mas inequitativas. Pocas tiendas se salvaron.

Esa noche comenzó el toque de queda. Jamás lo había vivido y lo aborrecería en condiciones normales. Pero en ese momento lo agradecimos. Pasaron camiones toda la noche, el ejército se desplegó, hubo tanquetas en las calles y no pudimos salir mas que de 6 de la tarde a 12 del día por varios dias. Tratábamos de dormir temprano y las labores comunales nos mantenían entretenidos hasta poder salir. Entonces eran horas que pasaban rápido, en un día constreñido a seis horas, donde tratabamos de comunicarnos con los nuestros, buscábamos cajeros y tiendas abiertas y donde la mayor entretención era conseguir los pocos periódicos para saber que había pasado.

Al llegar la noche comienzaba la inquietud de sentir las replicas, de no poder dormir, de que la bebita que estaba ahi en el lobby estaba enferma. En esos momentos pensábamos que no estábamos solos. Yo pensé mucho en cada uno de ustedes a los que ha llegado estas líneas. Pensaba sobre todo en las horas alegres compartidas y sentía que aún a pesar de la distancia estábamos en un ladito con ustedes y nos acompañaban cada hora de esas largas e interminables noches.

Este es el fin de mi primera crónica, espero escribir un poco más pronto. La situación tiene visos de recuperación y pronto pasaremos a una segunda etapa de reconstrucción.

Hace varios meses sentí que la vida me conducia a tomar ciertas decisiones. Como muchos deustedes sabran siempre he buscado una visión alternativa del mundo, en mi trabajo, en mis parejas, en la religión, en la sociedad. Y decidí dejarme llevar un poco por la diámica y la corriente de la vida, esa que me trajo hasta acá de manera reciente.

Si mi intuición es correcta el remanso me ha depositado aquí, quiera la vida darme la oportunidad de participar en estos momentos tan duros de Chile. Creo que por algo estoy aquí, si se me dió la oportuidad de llorar con ellos solo espero se me de la oportunidad de trabajar con ellos. Para esto tan pronto haya conexión mas estable reactivaré mis propios contactos pero cualquier idea es bienvenida. Hay que pensar no en términos de la emergencia. Hay que pensar en los proyectos a largo plazo de generaciín de empleo, vivienda y sobre todo de fortalecimiento de la sociudad civil. Ya compartireí mis ideas. Se me hacen muchas las letras y corto el tiempo de conexión.

Hay una escuela en Chillán que se llama México. En su frontis lleva un huemul y un condor y en su parte derecha nuestra serpiente emplumada vela por ellos. Llevó así a México en el corazón, los llevó a todos con migo. Mientras sea el tiempo que me toque estar aquí siempre habrá un pedazo de lo nuestro conviviendo con esta tierra del sur, cuya esperanza, como la mia es ponerse de nuevo en pie.

Un beso y un abrazo a todos desde Concepción, pero desde lo más hondo de mi al sabernos hoy más cerca que nunca.

Miguel

4 comentarios:

Lilyán de la Vega dijo...

Primo, querido Miky,

Me hiciste llorar de la emoción con tu crónica. Me siento tan orgullosa de ti! Yo sabía que estarías así, activo, participando, allegándote de tu experiencia, tu sentido común y tu humanismo en los genes. Qué afortunados dentro de la desgracia, de haber logrado organizarse así, protegerse, formar comunidad.

Por favor, manten la comunicación y haznos saber si hay algo que podamos hacer por ustedes y por el pueblo chileno, siempre tan hermanado con México.

Un abrazo fuerte, Miguel, con todo mi cariño. Y sí... por supuesto que estábamos a tu lado!!! Cada segundo!

Lilyán

Unknown dijo...

Cuñado....tantas emociones aún no resueltas......durante todo este período mi mayor preocupación siempre fueron Caty, tú y Mulito. Estaba a punto de carer en la desesperación cuando pude comunicarme y oir la voz de mi hermana al otro lado del teléfono. Valoré tanto este medio de comunicación que alguna vez renegué, pero en fin....como siempre te he dicho...no creo en el azar y todo pasa por algo......Te quiero mucho, mucho y gracias por cuidare de mi hermana y Mulito.

"EL RITMO EN LA EDUCACIÓN WALDORF" dijo...

Querido Micke:

Me alegra que estén bien, gracias por compartir tu experiencia, y como lo dices por algo te toco estar allá con Cathy y Rómulo, yo se que con ese espíritu altruista que te caracteriza, vas a ayudar en mucho, y es por eso que cualquier cosa en la que podamos ayudarte, estamos contigo y con nuestros hermanos chilenos. Los quiero mucho y un fuerte abrazo, Che

Anónimo dijo...

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